El Grito de Independencia es mucho más que una ceremonia; es el recordatorio de que México nació del valor, la resistencia y la esperanza de mujeres y hombres que soñaron con una Nación libre. Este 215 aniversario tiene un significado especial: por primera vez, es una mujer quien encabeza el acto más simbólico de nuestra historia, y con ello se abre paso a una visión incluyente y poderosa.
Claudia Sheinbaum, nuestra Presidenta, no solo gritó los nombres de Hidalgo, Morelos y Allende, sino que también recordó a Josefa Ortiz, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y a todas esas heroínas que muchas veces quedaron en segundo plano. Hoy, sus nombres retumban en el Palacio Nacional y en cada rincón del país, reivindicando que la historia también se escribió con su voz y su valentía.
Ver a una mujer liderando el Grito es una declaración de igualdad y un llamado a la unión. Representa el México que queremos: uno donde las mujeres no solo son parte de la historia, sino protagonistas del presente y del futuro. Es el reflejo de un gobierno que busca abrir espacios para todas, para las que sueñan, para las que luchan, para las que lideran desde su hogar, su comunidad o su trabajo.
Este es un momento para sentirnos orgullosos de ser mexicanos, para abrazar nuestra identidad y reconocer que la Independencia sigue viva cuando trabajamos juntos, cuando derribamos estigmas y cuando damos voz a quienes antes no la tenían.
La diversidad, la justicia y la equidad son ahora parte del nuevo rostro de nuestra Nación.
El Grito de Independencia 2025 nos recuerda que cada generación tiene su propia lucha.
Hoy la nuestra es construir un país más justo, seguro e incluyente, donde ninguna mujer tenga que pedir permiso para soñar y donde todos podamos gritar juntos: ¡Viva México!
Porque este grito no es solo tradición, es un rugido de esperanza. Es el eco de miles de mujeres que hoy se saben escuchadas, es la fuerza de millones de jóvenes que se niegan a rendirse, es el llamado a no conformarnos hasta ver un México digno, libre y feliz.
¡Que este grito sea el inicio de una nueva independencia donde la justicia y la igualdad sean la verdadera victoria!
Redacción
Zacatecas no olvida: más de 4,000 personas siguen desaparecidas. La “Rafia Roja de la Solidaridad” se alza como un recordatorio brutal de la indiferencia y el abandono que persisten ante esta tragedia. A pesar de la gravedad, algunos prefieren mirar hacia otro lado, mientras familias siguen buscando respuestas que el Estado no les da.
EL PODER DEL BRANDING: LA RUTA HACIA UNA IMAGEN GENUINA Y ORIGINAL
Vivimos en un mundo donde las marcas ya no se definen solo por lo que venden, sino por lo que representan. El branding dejó de ser un simple logotipo o un slogan pegajoso; hoy es la huella emocional que una persona, empresa o institución deja en la mente y, sobre todo, en el corazón de su audiencia.
En una sociedad saturada de mensajes y estímulos, la gente busca autenticidad. El público ya no se conforma con promesas vacías ni con imágenes copiadas de otros. Lo que se exige es una identidad clara, coherente y honesta, capaz de generar confianza y de marcar la diferencia en medio del ruido digital. Aquí es donde el branding cobra vida: como ese puente entre lo que somos y lo que queremos transmitir.
El verdadero reto no está en crear una imagen “bonita”, sino en construir una imagen genuina y original. ¿De qué sirve tener un diseño impecable si no refleja la esencia real de la marca? El branding efectivo va más allá de la estética; es una narrativa que conecta con valores, historias y emociones. Cuando una marca logra transmitir lo que realmente es, cuando su mensaje coincide con sus acciones, se convierte en un faro de credibilidad y lealtad.
Además, el branding no es exclusivo de las grandes corporaciones. Cada persona, colectivo, universidad, negocio local o proyecto cultural puede y debe trabajarlo. Todos tenemos una marca personal o institucional que contar. Si se descuida, otros construirán la narrativa por nosotros. Y ahí está el riesgo: perder el control de lo que se dice y cómo se percibe.
El poder del branding radica en su capacidad de diferenciación. En un mar de propuestas similares, quienes se atreven a ser auténticos son los que conquistan espacios. No se trata de inventar algo irreal, sino de rescatar lo más valioso de nuestra esencia y proyectarlo con creatividad, estrategia y consistencia.
Hoy, comunicar sin branding es como hablar en un micrófono apagado. Puedes esforzarte, pero tu mensaje no llegará a nadie. Por eso, entender que el branding no es un gasto, sino una inversión, es fundamental. Es apostar por dejar una huella, por generar emociones y por construir confianza en cada interacción.
En conclusión, el branding es el arte de ser recordados, pero sobre todo, de ser reconocidos por lo que realmente somos. La autenticidad y la originalidad no solo atraen, sino que inspiran. Y en tiempos de incertidumbre y saturación de mensajes, una marca genuina siempre brillará con más fuerza.
CSP : 825,200 Zacatecanos son beneficiarios de algún tipo de apoyo de los Programas Federales
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que el total de personas beneficiarias que reciben algún programa del gobierno de México, en Zacatecas, «son 825,200 con una inversión total de 13,904 millones de pesos que llegan cada año a las familias zacatecanas.»
Cada año, los informes de gobierno se presentan como un gran espectáculo político. Luces, discursos, cifras infladas y promesas reiteradas que buscan convencer a la ciudadanía de que todo marcha bien. Sin embargo, detrás de la aparente transparencia, se esconden mensajes ocultos, silencios estratégicos y verdades a medias que dibujan un país o un estado que muchas veces no corresponde con la realidad cotidiana.
El informe es, en teoría, un ejercicio de rendición de cuentas. Pero en la práctica se convierte en una puesta en escena diseñada para reforzar la imagen del gobernante. Se seleccionan los datos que favorecen, se maquillan cifras y se omite aquello que incomoda. ¿Cuántas veces hemos escuchado frases como “nunca antes en la historia” o “logramos resultados históricos”, sin que existan comparaciones claras ni pruebas tangibles?
Estos mensajes no son inocentes: buscan moldear la percepción social. Mientras se presume crecimiento económico, en la calle persiste la informalidad; mientras se habla de seguridad reforzada, la gente sigue viviendo con miedo. Es aquí donde los informes se transforman en un ejercicio de comunicación política, más que en un verdadero ejercicio democrático.
Lo más peligroso no es lo que se dice, sino lo que se calla. Los informes omiten los fracasos, las deudas sociales, las promesas incumplidas. Dejan fuera la voz de quienes no encuentran empleo, de las familias que enfrentan la inseguridad, de los jóvenes que emigran por falta de oportunidades. Ese silencio es también un mensaje: lo que no conviene, simplemente se borra del discurso oficial.
La ciudadanía, sin embargo, ya no es la misma que hace décadas. Hoy contamos con redes sociales, acceso a datos y un mayor espíritu crítico. El reto es leer los informes con lupa, identificar lo que se omite y confrontar el discurso con la realidad. Los mensajes ocultos pierden fuerza cuando la gente está atenta, cuestiona y exige pruebas.
Los informes de gobierno deberían ser una oportunidad para reconocer avances, sí, pero también para aceptar errores y trazar soluciones reales. La honestidad fortalece más que cualquier cifra maquillada. Porque al final, gobernar no es un espectáculo, es un compromiso con la verdad.
Los ciudadanos no necesitamos shows, necesitamos gobiernos que hablen claro. Que reconozcan lo que falta, que no escondan sus fallas y que no intenten disfrazar la realidad con palabras bonitas. Porque en los mensajes ocultos y en las verdades a medias se pierde lo más valioso en la política: la confianza de la gente.
En un tiempo donde la verdad se oculta entre líneas, toca a la sociedad leer entre ellas.
-El Senado, el pleito y la vergüenza Nacional-
Yo se que muchos se divirtieron a otros los sacó de la rutina, se volvió viral en todas las redes sociales y no era para menos, ver a un SENADOR DE LA REPÚBLICA golpear a otro SENADOR DE LA REPÚBLICA luego a un empleado y un DIPUTADO FEDERAL darle un sape al mismo SENADOR DE LA REPÚBLICA, no lo vemos todos los días en México, una escena violenta que si bien no la habíamos visto en manotazos era constante y repetitiva en violencia verbal extrema todo el año en la conducción del SENADO por Gerardo Fernández Noroña, quien el próximo lunes dejará de presidir, Noroña toda su vida política ha sido un extremista de izquierda, un personaje peculiar que frecuentemente recurre a la violencia verbal para hacer valer sus dichos, con razón o sin razón, pero de él y eso es suficiente para alzar la voz en tono de grito, reto e insulto, un estilo que debo reconocer lo mantiene siempre, por lo que podemos sostener que así es el Noroña, usted podrá coincidir o no, le podrá gustar su estilo o no, yo en lo personal respeto el derecho que tiene a expresarse aún y cuando en múltiples ocasiones me lleve a la incomprensión de su forma y otras de su fondo.
Alejandro (Alito) Moreno es otro personaje peculiar de la tragicomedia Mexicana, con fama de corrupto, gritón, ofensivo y vulgar, quien se ha mantenido en la dirigencia Nacional del PRI a costa de la manipulación extrema de los estatutos de su partido, mismo que durante sus mandatos «democráticos» ha perdido Gubernaturas, Escaños, curules y Municipios, vive pues la peor etapa de su histrionica y muuuy antigua existencia, manantial de muchos políticos buenos, asi como de otros que dan vergüenza (como es el caso del personaje en mención)
Asi las cosas con los personajes principales de la escena vergonzosa en el Senado de la República, para los Mexicanos tomar partido sería simplemente ridículo en ninguno deberían encontrar representación, no están a la altura, no son lo que merecemos Dios sabe que algún castigo nos ha impuesto y debemos encontrar nuestro pecado para dirimir la mea culpa social Mexicana.
De las casas de ambos personajes se ha hecho escándalo en Tepoztlan el que se definió como Franciscano por necesidad más nunca por convicción ya es latigado por su incongruencia; Del cinismo del otro y tambien de su mansión allá en su tierra Campeche, que comparte con Layda Sansores tambien ha sido de escándalo y tambien castigado por Mexico y los Mexicanos electoralente hablando (más nunca por la Fiscalia), dándole derrotas electorales y lecciones, al grado de perder desde la Presidencia de la República y de ser el partido más poderoso en la historia de México, a pasar a ser una minoría con riesgos de pérdida de registro Nacional.
En lo personal mi posición es a favor de la política, del respeto en las formas correctas y del debate abierto, como dijo el susodicho, no causan gracia sus disvariates y que hagan de la politica (que en mi opinión debe ser seria, responsable y de altura) un circo de quinta, me molesta y entristece al mismo tiempo.
Coincidir en el bosque no significa dejar de señalar la mala hierba, haga usted su reflección si coincide con unos u otros, pero no caiga en su pudredumbre, más bien reniegue de ello.
Mucho éxito para la Senadora Laura Itzel Castillo quien Presidirá el Senadora partir de el lunes, Arquitecta de profesion y con una larga trayectoria política en la Izquierda Mexicana.
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COMUNICACIÓN EMPRESARIAL: LA CLAVE PARA CONQUISTAR PERSONAS Y MERCADOS
Hablar de comunicación empresarial no es simplemente hablar de correos electrónicos, juntas de trabajo o chats de oficina. La comunicación dentro de una empresa es, en realidad, el puente que conecta a las personas con los objetivos, la cultura y la visión de la organización. Es la herramienta más poderosa para que las ideas fluyan, los equipos se cohesionen y los proyectos se conviertan en resultados tangibles.
En un mundo donde todo cambia a velocidad vertiginosa, las empresas que descuidan su comunicación interna y externa están destinadas a quedarse atrás. No basta con tener un buen producto o un gran servicio; lo que marca la diferencia es cómo logras transmitirlo. Una idea mal comunicada se pierde, pero una estrategia bien articulada puede inspirar, fidelizar y abrir mercados.
La comunicación empresarial cumple dos funciones esenciales: hacia dentro, fortalece la confianza y la colaboración entre los equipos; hacia fuera, proyecta la identidad y la credibilidad de la empresa. No se trata solo de “decir” cosas, sino de generar mensajes claros, coherentes y humanos que conecten con las personas. Hoy, los clientes no buscan únicamente comprar, quieren sentirse parte de una historia, de un propósito. Y la comunicación es el vehículo que lo hace posible.
Pensemos por un momento en el clima laboral: un trabajador informado, que conoce los objetivos de la empresa y siente que su voz es escuchada, se convierte en un embajador comprometido. Por el contrario, cuando la comunicación es deficiente, surgen rumores, desmotivación y distancias que frenan el crecimiento.
En el ámbito externo, la comunicación empresarial no es solo marketing o publicidad, es construir relaciones auténticas con clientes, proveedores y sociedad. Vivimos en la era digital, donde las redes sociales y las plataformas digitales amplifican cada mensaje. Una empresa que comunica con transparencia y cercanía genera confianza y atrae oportunidades.
La comunicación empresarial es también innovación: es crear espacios de diálogo, aprovechar las herramientas tecnológicas y entender que cada palabra puede generar un impacto positivo o negativo. Es escuchar tanto como hablar.
Por ello, la comunicación empresarial no debe verse como un accesorio, sino como un pilar estratégico. Invertir en ella es invertir en cohesión, productividad y crecimiento. Al final, las grandes empresas no solo se miden por lo que producen, sino por cómo logran que sus mensajes inspiren a sus colaboradores y enamoren a sus clientes.
Porque comunicar bien es más que informar: es transformar. Y en ese arte está la verdadera fuerza de cualquier organización.
¿Cual será el estado ideal del hombre?
Entiendase por Estado con mayuscula, la forma de organización política que constituida formalmente tiene población, territorio y gobierno y
«estado» con minúscula la existencia particular del individuo en su entorno social.
El estado ideal del hombre es un concepto que ha venido mutando a lo largo del desarrollo humano, de tal modo que no es el mismo el estado ideal para el hombre del pasado, que para el hombre de presente (por hombre me refiero a género) y en todos los tiempos el «estado ideal» tiene que ver con su entorno social, por ello necesariamente con el orden público y el Gobierno, hoy en día, soñamos para nosotros mismos y principalmente para nuestros hijos, un ambiente de paz, armonía, felicidad y desarrollo individual, en los diferentes rubros como el profesional, económico y familiar; así pues ¿de qué forma podemos cumplir todas esas expectativas desde el ámbito del Estado (gobierno)? en el terreno de la propuesta Humanista, pareciera ser que se propone un Estado que genere paz, igualdad social y el impulso y respeto absoluto de los derechos humanos, consibiendo un Estado generador de un amplio número de programas sociales como herramienta fundamental para lograr la mayor igualdad económica posible, aplicando directamente al individuo menos agraciado económicamente hablando para «igualarlo» con el resto de la sociedad, sin embargo se ha ampliado la brecha económica entre ricos y pobres, en lo personal no coincido con la clasificación que el INEGI hace de las clases sociales, pues considero que esa institución no distingue correctamente las capacidades del poder adquisitivo de la clase media alta, que para mi gusto en realidad también son pobres, ya no hablemos de la clase baja y baja baja, ahí tendríamos que reconocer el fracaso absoluto del Estado y por tanto el distanciamiento entre el estado Ideal del hombre que propone el Humanismo Mexicano y la realidad cruda y cruel a la que está siendo sometido el hombre Mexicano, en síntesis podríamos decir en términos generales, que el ser gobernado, con justicia, paz social y satisfacción de necesidades básicas, sin estrés alguno es el «estado ideal del hombre» que hemos venido construyendo en la sociedad Mexicana, pregunto ¿de verdad ese es el México y tipo de Mexicanos que visualizamos que en el futuro den gran lucha? Quizá para ver a México crecer como Nación y transitar hacia un sistema económico primer mundista, ocupamos romper el estado ideal inculcado desde origen. Quizá la rebeldía siga siendo el camino para romper los estereotipos qué nos han sido impuestos desde la conquista, el México bravo de siglo XIX amansado para el XX y lo que va del XXI me parece que no logra satisfacer a la enorme mayoría, ese México bronco no necesitaba que lo desarmaran, pero si ocupaba ser armado de razón, de estudio y de criterio, no la castración de la que fue víctima.
Feliz fin de semana lluvioso
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LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN LA ERA DIGITAL: MÁS ALLÁ DEL DISCURSO
La comunicación política vive un momento decisivo: la era digital cambió para siempre la manera en que los líderes hablan, los ciudadanos escuchan y la sociedad responde. Antes, el discurso político se limitaba a plazas públicas, mítines y medios tradicionales. Hoy, una publicación en redes sociales puede tener más impacto que un discurso en el Congreso, y un video de 30 segundos puede construir —o destruir— la imagen de un político.
El reto es enorme. Ya no basta con hablar bonito ni repetir frases vacías. La gente, especialmente las y los jóvenes, exige autenticidad, transparencia y conexión real. En plataformas como TikTok, Instagram o X, el tiempo de atención es corto: un mal mensaje se pierde entre el scroll infinito, pero uno poderoso puede volverse viral y llegar a millones en segundos. Aquí la comunicación política debe ser creativa, cercana y empática.
El discurso digital no es sólo lo que se dice, sino cómo se dice. Los emojis, los hashtags, el tono de voz, los gestos frente a una cámara o incluso la música de fondo transmiten más que mil palabras. Cada detalle importa. Las y los ciudadanos ya no son receptores pasivos; hoy cuestionan, interactúan y exigen respuestas inmediatas. El político que no entiende esto se queda atrás.
Pero también hay un riesgo: la saturación de mensajes y la desinformación. En un mar de fake news, bots y propaganda disfrazada de “contenido viral”, la credibilidad es el bien más valioso. La comunicación política digital debe apostar por la claridad, la verdad y la construcción de confianza, porque un “me gusta” no significa apoyo real, pero un vínculo genuino sí se traduce en participación.
En esta era, el discurso político no debe olvidar que detrás de cada pantalla hay personas. Ser digitales no implica perder humanidad. Por el contrario, la comunicación debe humanizar la política, acercarla a la vida cotidiana y a las causas que importan: empleo, educación, salud, igualdad.
La era digital abrió la oportunidad de que la política deje de hablar “desde arriba” y comience a dialogar “de frente”. El futuro de la democracia depende de entender que la comunicación no es un lujo, sino el puente más poderoso entre líderes y sociedad. Y en ese puente, el discurso político tiene que ser claro, honesto y, sobre todo, humano.
COMUNICAR CON EMPATÍA O POR INTERESES: LA DIFERENCIA QUE LO CAMBIA TODO
En un mundo donde la información fluye a la velocidad de un clic, comunicar se ha vuelto más que una habilidad: es un acto de responsabilidad. Pero aquí hay una gran verdad que muchos olvidan: no es lo mismo comunicar con empatía que comunicar por intereses.
Comunicar con empatía es ponerse en los zapatos del otro, escuchar más allá de las palabras y transmitir mensajes que reconforten, orienten o inspiren. Es entender que detrás de cada opinión hay una historia y detrás de cada silencio, una emoción. La empatía no busca likes, busca conexiones genuinas.
En cambio, comunicar por intereses es otra historia. Aquí las palabras son herramientas para manipular, el mensaje se acomoda a conveniencia y la verdad se viste con medias tintas. No importa el impacto humano, lo importante es conseguir un objetivo propio, aunque eso signifique deformar la realidad.
La diferencia es enorme: la empatía construye confianza; el interés, desconfianza. La empatía abre caminos; el interés, levanta muros. Un mensaje empático puede mover corazones y generar cambios reales. Un mensaje interesado puede ganar un aplauso momentáneo, pero deja cicatrices en la credibilidad.
En tiempos donde la saturación informativa nos obliga a filtrar todo lo que escuchamos, la sociedad necesita más comunicadores que transmitan con sensibilidad y menos voceros de agendas ocultas. Porque la comunicación no es solo lo que se dice, sino la intención con la que se dice.
La empatía tiene el poder de tender puentes incluso en medio del desacuerdo. El interés propio, en cambio, es como una moneda falsa: puede brillar, pero tarde o temprano se descubre que no vale nada.
Hoy más que nunca, necesitamos elegir qué tipo de comunicadores queremos ser y a quiénes decidimos escuchar. No olvidemos que cada palabra que emitimos deja huella, y que esas huellas pueden guiar o confundir.
Comunicar con empatía es elegir la verdad, el respeto y la conexión humana. Comunicar por intereses es jugar con la confianza ajena como si fuera desechable. La pregunta es: ¿qué huella quieres dejar?