El Rector Ibarra Reyes: ¿Transparencia o falsedad en la UAZ?

El rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Rubén Ibarra Reyes, ha dado a conocer, tras la denuncia de desvío de recursos en la Unidad Académica de Derecho, que la administración central realizará no solo una nueva auditoría a dicha unidad, sino a todas las demás unidades académicas de la universidad. Sin embargo, no puede pasarse por alto que, a pesar de las reiteradas auditorías internas y externas que se han realizado en la UAZ, lamentablemente Ibarra Reyes insiste en minimizar la gravedad de las acusaciones, atribuyéndolas a un tema político y vinculándolas a los tiempos preelectorales.

La transparencia y la lucha contra la corrupción deberían de ser principios fundamentales de cualquier institución educativa pública, especialmente cuando hablamos de una universidad de la importancia de la UAZ. Sin embargo, el rector ha decidido que las acusaciones de desvío de recursos no merecen más que una respuesta superficial, encubriendo lo que bien podría ser una falta de voluntad política para enfrentar los problemas internos. Atribuir el presunto desvío de fondos a factores políticos es, cuando menos, una excusa fácil, una cortina de humo que solo aleja a la UAZ de la rendición de cuentas que la sociedad exige.

El hecho de que no se hayan encontrado observaciones en auditorías previas, no significa que todo esté en orden. Si bien es cierto que, las auditorías internas y externas son una herramienta para garantizar el buen manejo de los recursos, el caso planteado por Agustín Serna Aguilera, secretario administrativo de la UAZ, no puede ser reducido a una simple acusación sin fundamento. La rendición de cuentas no debe depender de la política del momento, ni de la comodidad de quienes ostentan el poder, sino de un compromiso verdadero con la transparencia y la justicia dentro de la institución.

Pareciera un despropósito que Rubén Ibarra, minimice un tema tan grave y lo considere como parte de un juego político. Si en realidad está tan convencido de que la UAZ está libre de irregularidades, ¿por qué no proceder con la investigación de manera más contundente? El desvío de recursos no es un tema menor, y su tratamiento debe ser imparcial y sin reservas.

El rector, al considerar que la denuncia es solo un “tema electoral” y que no existen pruebas sólidas, está perdiendo la oportunidad de demostrar con hechos que la UAZ, es un ejemplo de transparencia. Es más, está enviando un mensaje equivocado a la comunidad universitaria, en especial a aquellos que aspiren a dirigir la universidad en el futuro: la política de descalificación no tiene cabida en una institución que debe regirse por la ética, la honestidad y la responsabilidad.

La invitación de Ibarra a los universitarios para que se presenten con propuestas y no con descalificaciones suena extraordinariamente vacía, si él mismo no está dispuesto a aplicar esos mismos principios dentro de su propio gobierno. Si no existen irregularidades, que se demuestren sin rodeos; pero si las hay, que se tomen las acciones correspondientes. El único camino para devolverle la credibilidad a la institución es transparentar sus actividades ante la sociedad.

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