El 31 de marzo del presente año, escuelas de los diferentes niveles educativos de todo el país arrancan con la nueva estrategia nacional de vida saludable impulsada por el gobierno federal. Dicha estrategia marca un precedente importante sobre el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum, no solo con su población infantil sino con sus adolescentes y jóvenes.
Esta iniciativa busca transformar los espacios educativos en lugares donde los estudiantes tengan acceso a comida saludable y prevención de enfermedades derivadas de una mala alimentación. Pero es necesaria una reflexión, los que estamos inmersos dentro del sistema educativo sabemos que será un gran reto, en primer lugar, porque los hábitos alimenticios inician en casa, es decir, padres de familia deben de estar abiertos a implementar cambios en sus costumbres alimentarias. También, genera un poco de resistencia de los comedores escolares que tienen que realizar menús que se adapten al bolsillo de los padres de familia y que estén dentro de los lineamientos que marca la nueva estrategia Nacional de Vida Saludable y sobre todo la aceptación de la comunidad escolar, ya que venimos acostumbrados a otro tipo de alimentos poco nutritivos y no favorables para la salud.
Esto a generado diversas opiniones entre padres de familia e incertidumbre para los maestros y maestras de todo el país ya que es un camino que se ha querido transitar desde hace mucho tiempo sin mayor éxito y que requiere para ello, el esfuerzo de padres de familia, escuelas y autoridades. Así mismo, hacemos un llamado a las autoridades educativas que brinden las facilidades para hacer esto realidad. Escuelas con apoyo profesional en la nutrición y acercamiento de las autoridades educativas y de salud con toda la comunidad escolar para que esta nueva normatividad sea solo el nuevo comienzo para la transformación alimentaria en nuestro país.
Profesora Ingrid Selene Esparza Arroyo