Reforma Electoral ¿necesaria?
Recientemente la Presidenta de México nombró a Pablo Gómez como encargado para poner en marcha una propuesta de reforma electoral, como primer encargo tendrá que hacer el diagnóstico general de nuestro sistema democrático y si este cumple actualmente con las exigencias del pueblo. Le podemos ahorrar la fatiga a Don Pablo Gómez, pues para nadie es desconocido que nuestro sistema democrático, nuestro sistema de partidos políticos y nuestra representación popular ha estado en entredicho desde hace décadas, lo estuvo cuando gobernaba el PRI, también cuándo gobernó el PAN y lo sigue estando ahora que MORENA está en su segundo periodo al frente del Ejecutivo Federal, vamos por partes de manera sintética, pues el tema es demasiado complejo y unas cuántas letras no alcanzarán siquiera a testerarlo de forma precisa.
Los Partidos Políticos están secuestrados desde que tengo memoria, han dejado de ser instrumentos populares para accesar al poder y se han convertido en auténticas franquicias de la «democracia», los financiamos económicamente los 6 años aún sin que tegamos procesos electorales y la repartición de lo espacios tanto internos como de representación y candidaturas, son para cuates y miembros de la mafia interna o grupo de poder.
El poder Legislativo tiene su fuente en el sistema de Partidos Políticos, así pues la repartición de escaños está confeccionada básicamente para que sean en los PP en donde anticipadamente se repartan los espacios de representación popular, de ahí que usted y yo veamos elección tras elección las mismas caras y los mismos apellidos, pues se han construido dinastías y han acaparado la formulita de repartición de RP y mayoría relativa para de manera permanente, Legislatura tras Legislatura estar en ellas.
El poder Ejecutivo también tiene su fuente en los Partidos Políticos, pues aún y cuando la ley permite candidaturas independientes éstas suelen ser muy poco recurridas por la notoria desigualdad en la competencia contra los PP (salvo Nuevo León, que fue un experimento y garbanzo de a libra en su candidatura con el Bronco, en ningún otro Estado de la República se ha repetido el ejercicio, veamos si en Zacatecas existe algún poderoso candidato que experimente esa ruta, (francamente lo dudo). Pero tenemos en ese rubro grandes descuidos y a todas luces espantosos atropellos, puesto que los espacios siguen siendo para los cuates o para quiénes mejor representan los intereses de grupos o peor aún la mezcla de intereses y la ambición por el control de finanzas y territorios, se han hecho acuerdos inconfesables con grupos criminales, en Zacatecas tenemos un caso que ha llamado los reflectores Nacionales, en el Municipio de Apulco; y sería muy inocente de mi parte suponer que es caso único en el País e incluso en Zacatecas.
El Poder Judicial recientemente libró su primer proceso de elección directa sin embargo no tiene su origen en los Partidos Políticos, las propuestas para ocupar los espacios desde Ministros hasta Jueces Federales tienen su origen en los 3 Poderes de Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) lo mismo en el ámbito local con sus homónimos, es decir, la desconfianza en los Partidos Políticos es a tal grado que le ganaron terreno quitandoles el emporio de la «democracia», pero la falla del sistema subsitió a pesar de que no participaron los PP pues las fallas en la elección y las prácticas nocivas como por ejemplo los acordeones, hicieron del proceso judicial una elección que deja poca distancia entre un proceso democrático y la simulación del mismo.
Es claro que debemos cambiar, nuestro sistema nos deja insatisfechos, nuestros resultados como Nación evidencian nuestra debilidad, el asunto es ¿cambiar para qué o cambiar que? ¿Cambiar por el bien de México o cambiar para controlar a México? Nuestra clase política no tiene el mejor reconocimiento popular, por el contrario los Mexicanos los identificamos a la gran, a la enorme mayoría como ambiciosos, centaveros y vulgares, no les reconocemos línea ideológica alguna, más bien lo contrario, unas tremendas ganas de explotar los beneficios del Estado para el bien propio. Así las cosas pues, Don Pablo Gómez (que no es ningún improvisado) tiene una tarea titanica; conciliar con esa clase política y convencerlos que han sido una bola de sinvergüenzas y que ya es tiempo de que dejen tranquilo al País (pero con palabras bonitas o poderosas amenazas) ¿podrá? O simplemente ¿aprovechará y se volverán a repartir los costos del poder?
Que viva México
FB