‘Upskilling’ y ‘reskilling’ para la empleabilidad y la competitividad laboral

Hoy en día, frente a la gran transformación que la tecnología, la globalización y las nuevas formas de trabajo han llevado a cabo en prácticamente todas las industrias y las profesiones, las habilidades de cualquier persona pueden volverse obsoletas rápidamente, por lo que resulta imprescindible actualizarse constantemente para mantenerse competitivo y atractivo laboralmente hablando. En este contexto, las estrategias de upskilling (mejorar las habilidades dentro de un área ya conocida) y reskilling (adquirir nuevas habilidades para cambiar de sector o rol) se han convertido en herramientas esenciales para mantener la empleabilidad y la competitividad en el mercado laboral.

Las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA), la automatización y la digitalización, están revolucionando la forma en que trabajamos, por lo que aquellos profesionistas que no actualizan sus competencias corren el riesgo de quedarse atrás. El upskilling y el reskilling permiten a los trabajadores integrar estas herramientas y procesos emergentes en su desempeño laboral; por ejemplo, hablando del upskilling , un profesional de marketing pudiera aprender a manejar herramientas avanzadas de análisis de datos o de marketing digital para mantenerse competitivo en su sector, o un trabajador de manufactura puede capacitarse en el uso de robots o técnicas de programación, como parte de un proceso de reskilling para mantenerse atractivo en el mercado laboral. En esta misma línea, muchas industrias están experimentando cambios estructurales debido a la automatización y la reconfiguración de la demanda, por lo que los trabajos rutinarios que antes eran comunes pueden desaparecer, y quienes no se actualizan corren el riesgo de quedar fuera del mercado. El upskilling y el reskilling ayudan a los profesionales a diversificar su perfil y a adaptarse a nuevas áreas de trabajo. Esto no solo mejora sus oportunidades dentro de su campo original, también abre puertas a sectores diferentes que antes no habrían considerado. Así, la diversificación y la actualización constante de conocimientos y habilidades se puede convertir en una ventaja estratégica, ya que mejora la calidad del trabajo y permite a los profesionales adaptarse a las nuevas demandas del mercado, destacarse frente a otros y ser mucho más atractivo para los empleadores. Justamente, la capacidad de aprender y evolucionar es una de las competencias más valoradas por las empresas, las cuales buscan profesionales que realicen su trabajo de manera eficiente y que estén comprometidos con su propio desarrollo. Por ello, aquellas personas que invierten tiempo en el upskilling y reskilling tienen más probabilidades de avanzar dentro de la organización, ya que demuestran una mentalidad de crecimiento y una disposición para asumir nuevos desafíos. Pero actualizar los conocimientos y las habilidades no solo se trata de mantenerse relevante, también hay que mejorar la productividad. Con nuevas competencias, los empleados pueden ser más eficientes, innovadores y capaces de resolver problemas complejos. Por ejemplo, un profesional que se capacita en nuevas herramientas o metodologías actuales puede contribuir significativamente a la optimización de procesos y a la mejora del rendimiento general, resultando más atractivo para aquellas empresas que valoran cada vez más la capacidad de sus equipos para adaptarse rápidamente a los cambios y adoptar nuevas tecnologías. Uno de los mayores desafíos en el mundo laboral actual es la incertidumbre, ya que los cambios en la economía, la geopolítica, la tecnología o la estructura de las industrias pueden generar inestabilidad. Sin embargo, aquellos que se comprometen con el upskilling y el reskilling tienen una ventaja crucial: la resiliencia. Esta habilidad de aprender nuevas competencias y adaptarse a distintos contextos hace que los profesionales estén mejor preparados para enfrentar cualquier cambio en su entorno laboral y les permite navegar con mayor confianza a través de los altibajos del mercado.

A través del reskilling , los trabajadores pueden reinventarse profesionalmente. Si bien es cierto que muchas profesiones tradicionales están desapareciendo o evolucionando, también están surgiendo nuevas áreas con una alta demanda de talento. Un reskilling adecuado permite a los profesionistas cambiar de sector o asumir nuevos roles que, tal vez, no habrían considerado antes. Por ejemplo, un ingeniero que se capacita en energías renovables o un experto en ventas que se convierte en especialista en marketing digital puede acceder a oportunidades laborales en sectores emergentes, con un fuerte potencial de crecimiento. En resumen, el upskilling y el reskilling no son solo herramientas para mejorar nuestras habilidades, sino estrategias clave para asegurar la empleabilidad a largo plazo. La evolución constante del mercado laboral exige que los profesionistas se adapten y se desarrollen, y aquellos que no lo hagan, corren el riesgo de quedarse atrás. Aprender nuevas habilidades y actualizar las existentes no solo mejora las perspectivas laborales, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades y fortalece la resiliencia en tiempos de cambio. En un mundo donde la única constante es la transformación, el aprendizaje continuo es la clave para seguir siendo competitivo y relevante en el trabajo. ____ Nota del editor: Jorge Reyes Iturbide es especialista en responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible y desde hace 20 años ha trabajado para diversas empresas y organismos nacionales e internacionales en proyectos de investigación, consultoría, desarrollo de estándares y educación ejecutiva en la materia. Actualmente es Director de Empleabilidad en la Universidad Anáhuac México. Síguelo en Twitter y LinkedIn. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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